lunes, 21 de marzo de 2011

La desinformación nuclear

La opacidad cuando se habla de centrales nucleares en el mundo es, todavía, muy patente. Numerosos políticos y periodistas aprovechan la incapacidad del ciudadano medio para entender los sistemas de obtención de cualquier forma de energía se para repetir estereotipos y frases alguna vez escuchadas. Tanto los detractores como los defensores utilizan los mismos argumentos una y otra vez desde la implantación de las primeras centrales nucleares, debate que se reabre con la proximidad de las elecciones o en el momento de algún desastre natural.
A su vez, los gobiernos, incapaces de tomar decisiones tan controvertidas como esa, deciden pasarse la pelota de unos a otros y, como niños, bajar la cabeza cuando se pide algún voluntario para tomar la decisión de qué hacer con la dependencia energética crónica en España.
Según una encuesta realizada por El País entre los días 14 y 16 de marzo, justo después de la catástrofe en Japón y la amenaza de un desastre nuclear en Fukushima, prácticamente la mitad de la población española está a favor de energía nuclear y la otra mitad, en contra. El obtener resultados tan poco claros no hace sino recalcar la falta de información de la sociedad española.
Sin embargo, el 74% de la población no querría tener una central nuclear próxima a su vivienda y es que, se sepa o no el peligro real de la energía nuclear, los ejemplos de desastres ocurridos en el mundo no aportan seguridad a este tipo de tecnología tan arriesgada y que, en el caso de cualquier imprevisto, puede ser tan dañina.

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